Dra. Lidieth Garro Rojas / direccion@eccc.ucr.ac.cr

Cuando usted lea estas líneas, probablemente ya habrá finalizado el período electoral y las y los costarricenses contaremos con un Presidente electo o, por el contrario, nos estaremos preparando para una segunda ronda electoral. Lo que todo costarricense aprende, más o menos desde el segundo grado, es que las elecciones son una “fiesta democrática” en la que cada cuatro años elegimos a las y los diputados de la Asamblea Legislativa, así como a quienes, desde el poder ejecutivo, dirigirán al país.
Atravesamos un final de ronda electoral cerrado, en el que 13 candidatos a la presidencia ofrecen al electorado (en alto número incrédulo y con tendencia al abstencionismo) sus propuestas de gobierno en un entorno comunicativo diverso, no siempre abierto en igualdad de oportunidades a todas las opciones políticas, con discursos que etiquetan y lógicas maniqueas, en el que emergen nuevas prácticas comunicativas y actores sociales que reclaman su espacio.