Por Sonia de la Cruz Malavassi
Aun impactada y triste con la muerte de Ana Lucía. Ella supo irse cuando debía y si hay algo que siempre le admiré fue su coherencia, su valentía para plantear sus propuestas, además de su solidaridad. Fue coherente y valiente hasta el final, así enfrentó su enfermedad y organizó su ceremonia de despedida. Gracias MAESTRA por esta última lección.