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Desde la Dirección: 45 aniversario

Dra. Lidieth Garro Rojas / direccion@eccc.ucr.ac.cr

Recibimos el año escolar 2013 con las celebraciones del 45 aniversario de nuestra Escuela. Con motivo de ese especial aniversario, quiero compartir con la comunidad de la ECCC, especialmente con quienes no pudieron acompañarnos, las palabras que preparé para el acto oficial de conmemoración:

El pasado 8 de marzo tuvimos la oportunidad y el poco usual privilegio de contar con varias exdirectoras y exdirectores de la Escuela reunidos de nuevo en nuestra institución.

Quienes nos acompañaron esa mañana compartieron recuerdos, anécdotas y puntos de vista de lo que es y ha sido nuestra Escuela, cuya celebración del 45 aniversario nos convoca el día de hoy a esta sesión.

Aprovecho para agradecer hoy a Mario Zeledón, Patricia Vega, Ana Xochitl Alarcón y Carolina Carazo profesores y exdirectores y exdirectoras que nos honran con su presencia esta tarde.


La reunión que mantuvimos con las y los exdirectores fue un privilegio para los asistentes.  Durante poco más de dos horas se evidenció cómo esta es una unidad académica que ha recorrido un largo camino en estos 45 años, un camino no siempre fácil ni exento de polémicas en el proceso de búsqueda y transformación para delimitar el campo de sus saberes, la formación profesional pertinente y capaz de responder con calidad a los diversos retos de los mercados laborales, y de la sociedad en su conjunto, además de la demanda que le implica pertenecer a una universidad pública comprometida con la docencia, la investigación y la acción social.

Un 4 de marzo de 1968 se crea la Escuela. Su nacimiento está marcado por la creación del Colegio de Periodistas y responde a la necesidad de profesionalizar a un gremio que cuenta por primera vez con un colegio profesional pero que no tiene formación universitaria que lo respalde. Nace con dos planes de estudio: uno para estudiantes regulares y otro llamado de emergencia del que, finalmente, únicamente se gradúan dos periodistas en ejercicio.

Aunque en un primer momento la Escuela, llamada en ese entonces Escuela de Periodismo, forma únicamente periodistas, ya a finales del año de su fundación define que se abrirán otros dos énfasis: en Relaciones Públicas y en Administración de Empresas Periodísticas.

Este plan de estudios permanecerá hasta el año 1974 en que inicia un plan de estudios inspirado por la CIESPAL y pasa desde entonces a formar parte de la Facultad de Ciencias Sociales junto a Historia y Geografía, Ciencias Políticas, Trabajo Social y Ciencias del Hombre.

Es así como el sino (karma) de esta escuela es la transformación constante, impulsada por las polémicas y las tensiones que nos dan cuerpo y orientan.

Desde el punto de vista de la constitución del campo académico de la comunicación, el origen profesionalizante y de respuesta a una necesidad gremial marca un proceso de discusión que toma varias décadas y en el que se enfrentan en la construcción curricular al menos dos puntos de vista:

  • Por una parte uno que pone el acento en la importancia de fortalecer la formación de profesionales, en particular de periodistas, con una vocación ética y de servicio público desde los medios de comunicación.
  • A finales de la década de los 80, época en la que ingresé a la escuela como estudiante, esas discusiones epistemológicas sobre la comunicación y las implicaciones en el diseño y la administración curricular eran cotidianas y apasionadas.
  • Por otra parte, un punto de vista que presionaba por otorgar a la comunicación y a los estudios de comunicación estatuto disciplinar y científico, más allá de las prácticas profesionales específicas.

Los distintos puntos de vista sostenidos por quienes abogan por la formación en prácticas comunicativas más cercanas a la consideración de los procesos de comunicación y quienes, desde las particularidades de su práctica profesional, orientan la formación hacia la emisión y la información también han contribuido a definir lo que hoy día somos como proyecto académico.

Con los años se da paso a la incorporación de dimensiones más interpersonales y grupales de la comunicación, que en el último plan de estudios se incorpora con claridad tanto en la concentración de Comunicación Social como en la concentración de Relaciones Públicas.

La constitución de la comunicación como campo académico en disputa adquiere en nuestra escuela  otra dimensión: la comunicación, ella misma como ciencia, como ciencia síntesis o como complemento a otros saberes.

Esta diversidad de puntos de vista permea las dimensiones epistemológicas, preocupadas  por la constitución de los saberes así como las posiciones político-ideológicas.

Estas últimas han vislumbrado la centralidad de la comunicación en los procesos sociales contemporáneos y la responsabilidad que recae en los formadores de comunicadores para aportar en la construcción de los vínculos societales.

Estas tensiones no resueltas, provocadoras y enriquecedoras continúan presentes en formas nuevas en nuestra escuela en los procesos de docencia, de investigación y de acción social y continúan siendo el marco de reflexión de una disciplina y de una escuela que se sabe y se reconoce en el vórtice de los mayores cambios tecnológicos y sociales de los últimos tiempos.

La comunicación contemporánea adquiere nuevas complejidades. La pregunta fundacional de la Escuela de ¿para qué formamos?, es recurrente.

Como parte de las responsabilidades que corresponden a una unidad académica dentro de una universidad pública, en el plano reflexivo debemos ser capaces de dar cuenta de las diversas transformaciones que afectan a la comunicación, de las mediaciones tecnológicas, culturales y económicas que constituyen estos cambios.

En el ámbito de la formación profesional, ser capaces de dar sustento a un grupo de disciplinas cuya práctica es complementaria; que debe ser flexible para adaptarse a las demandas diversas y cambiantes de ese entorno complejo y en constante proceso de adaptación, todo ello con una orientación ética y responsable del ejercico profesional que debería caracterizar a nuestros graduados y graduadas.

Estos retos han sido atendidos en el Plan de Estudios 2012, cuya novedad radica en la flexibilidad que otorga a los estudiantes para ser constructores de sus propias opciones profesionales e incluyen la formación en segundo idioma y la formación complementaria que promueven las Horas Conferencia.  Su éxito dependerá no sólo del empeño que la comunidad docente, técnica, administrativa y estudiantil ha puesto en su implementación sino también en el apoyo que las autoridades universitarias nos brinden tanto para cubrir las demandas en tiempos docentes como en reequipamiento del Centro de Producción Audiovisual.  Este último aspecto nos permitirá atender las demandas crecientes que en uso de tecnologías tenemos para garantizar una formación adecuada a las personas graduadas.

Con esta misma visión afrontamos ahora la discusión sobre las licenciaturas buscando una correlación lógica entre la formación de pregrado, grado y posgrado.

En el ámbito social, nuestra Escuela está llamada a participar en la profundización de la democracia y la justicia, los derechos humanos, la defensa del ambiente, el reconocimiento de las múltiples prácticas culturales e identidades que conforman nuestro país, aportando a la equidad social, la inclusión y el acceso.

En este sentido, durante los últimos meses, hemos impulsado, en conjunto con el Programa de Libertad de Expresión, Derecho a la Información, el debate en torno a los 10 principios básicos de la comunicación que defienden, entre ellos, la comunicación como un derecho humano, el interés público de la radio difusión, la reserva del  espectro radioléctrico para fines sociales, los principios de la diversidad y el pluralismo en los medios de comunicación, el acceso universal a las nuevas tecnologías de información y comunicación y la promoción de los contenidos nacionales en la radio y en la TV.

Académicamente, la Escuela ha dado pasos importantes para afianzarse.  Un hito remarcable, un proyecto acariciado durante muchos años, es la creación del Centro de Investigación en Comunicación.

En su relación con el CICOM y con el Programa de Posgrado en Comunicación, la Escuela contribuye a sentar las bases del diálogo interdisciplinario y la generación de conocimiento en el área de comunicación dentro del ámbito académico nacional y centroamericano.  Cabe destacar la próxima realización del primer Congreso Centroamericano de Comunicación que se celebrará del 19 al 23 de agosto próximo y con el cual, en conjunto con el Posgrado, estamos completamente comprometidos en el ámbito de la celebración de este 45 aniversario.

Como Escuela reacreditada, nos mantenemos en proceso constante de autoevaluación y valoración de las opciones viables para nuestro quehacer.

Varios ámbitos me parece que es importante fortalecer:

  • La vinculación y la capacidad de incorporación de la reflexión sobre el entorno a los procesos formativos de nuestros estudiantes.  Aunque hemos dado pasos novedosos en la vinculación de la acción social con la innovación docente, con proyectos como La Estación, es un área que deberíamos fortalecer con el apoyo de las autoridades universitarias.
  • La internacionalización que permita ampliar la experiencia formativa tanto de nuestros docentes como de nuestros estudiantes y los prepare para enfrentar los retos de un mercado laboral de dimensiones globales.
  • La actualización del personal docente y técnico con estudios formales y no formales que nos permita seguir afirmando que somos una Escuela reflexiva y actualizada con capacidades humanas para enfrentar los retos de los cambios en sus diversas dimensiones.
  • La regionalización de la oferta académica.

La misión de la Escuela de Comunicación es formar a profesionales íntegros,  críticos, humanistas, independientes y competentes en diferentes ámbitos de la  comunicación, mediante la acción integrada de la docencia, la  investigación y la acción social, como parte de un compromiso orientado hacia el mejoramiento de la sociedad, asentado en una comunidad de estudiantes, docentes, técnicos y administrativos

Como parte de los múltiples cambios que han ocurrido en el entorno de la comunicación y de la ECCC, producto de la reacreditación, la planeación estratégica, los nuevos planes de estudio, y un completo diagnóstico de Comunicación que llevaron a cabo nuestros estudiantes de Licenciatura, iniciamos un proceso de discusión orientado a plasmar estos cambios en una nueva identidad gráfica que recoja los retos que nos hemos impuesto como unidad académica.

En especial el día de hoy quiero agradecer a un grupo de profesores y profesoras quienes en los últimos meses trabajaron en la creación de esa identidad visual. Se comprometieron  en la creación de una identidad que comenzará a explicar en este entorno quiénes somos y qué hacemos de una manera sintética y contemporánea; y que busca mostrar la consolidación y el profesionalismo académico de nuestra Escuela.

Se trata de una nueva imagen que destaca la idea de la comunicación en red comunicativa desde una perspectiva dinámica en la que el movimiento y el ritmo son  elementos del diseño.

Diseño que ustedes podrán conocer en el video que les hemos preparado para esta esta tarde, y que contó con la valiosa ayuda del personal técnico, docente y administrativo.

Quiero agradecer a todos ustedes por participar en la celebración de cumpleaños de esta cuarentona tan guapa.

Muchas gracias.