Durante la celebración de la Semana Universitaria, recibí la invitación de estudiantes para asistir a la fiesta que organizó la Asociación de Estudiantes en dicha semana. Al invitarme, me informaron era una “fiesta diversa” en un club ubicado en las cercanías de la U.

La actividad organizada por la Asociación de Estudiantes me hizo pensar en la inclusión como uno de los valores que orienta el quehacer de la escuela y que busca propiciar la integración de todas las personas, sea cual sea su condición socio-económica y sus características u opciones personales.

En nuestra escuela la inclusión y el respeto a la diversidad no se limita a acatar la reglamentación universitaria vigente, o a asumir una postura políticamente correcta: tenemos un interés genuino por respetar y celebrar la diversidad.

Creemos que las personas demuestran su valía de acuerdo con sus capacidades personales. Las actitudes de menosprecio o exclusión basadas en las preferencias religiosas, sexuales, el color de la piel o el origen socioeconómico, no son propias de nuestra comunidad.

Por eso, en esta ocasión felicito la iniciativa de la Asociación de Estudiantes y en general a los y las estudiantes porque en esta materia han sabido darnos lecciones que aceptamos e incorporamos a nuestro quehacer.