Sofía Chinchilla Cerdas/ schinchillacerdas@gmail.com

Audio, texto y video. Una misma historia. El sueño del protagonista: convertirse en astronauta. El de la directora, Andrea Morales: producir el primer proyecto transmedia del país. Caída Libre ya es una realidad y tras dos años de producción está listo para enfrentarse al público.

Más de cuarenta personas se unieron sin ningún fin de lucro al proyecto de dar vida a la historia de Ramón, un niño cuya mayor aspiración es ser astronauta y busca experimentar la ingravidez del espacio lanzándose de noche a la piscina de su escuela, hasta que «un salto al agua oscura lo enfrenta con la realidad de sus ilusiones», según la sinopsis de la historia.

Foto cortesía de Andrea Morales.

16 capítulos escritos en línea, 5 audioartes y un cortometraje forman este proyecto transmedia, una forma de contar historias valiéndose de distintas plataformas para crear una macro historia más completa, y que se encuentra en auge en el extranjero, pero no tiene precedentes en Costa Rica.

La propuesta también rompe los esquemas de la producción nacional porque pone a disposición del público absolutamente todos los archivos del proyecto: desde los guiones, clips sin editar, sonido, archivos del casting, hasta las distintas versiones del corto. Todos estos materiales se podrán descargar de forma gratuita a partir del 23 de febrero, día del estreno del cortometraje, última de las tres plataformas y que le da cierre a la historia.

Debido a la naturaleza de libre distribución de Caída Libre, el equipo está trabajando en alianza con Creative Commons. Al respecto, Andrea Morales comenta que no considera recomendable para un profesional joven poner muchos límites para la difusión de su trabajo. «Además, a mí todos mis compañeros me regalaron su conocimiento y su talento, así que regalemos esto también y que llegue a más gente», añadió.

Morales es egresada de la ECCC, con la que se siente agradecida, e invita a toda la comunidad a acerarse a su proyecto. Ella afirma que sus estudios en la UCR han sido de gran importancia en su carrera, especialmente en transmedia, porque hay que trabajar con todas las ramas de la Comunicación. Desde los cursos teóricos que hablan de la convergencia de medios y análisis del discurso hasta los de otros énfasis, que ayudan a ser profesionales más completos.

El componente práctico de la vida real, añade, da lo que la academia no: el aprender a lidiar con tantas puertas que se cierran, y a la vez valorar cuando alguien respalda el proyecto por el que se ha dado tanto.

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