Isaac Ortega isaac.ortega@ucr.ac.cr

Dos colaboradores de la ECCC tienen más de dos décadas de trabajar junto a profesores y estudiantes desde el Centro de Producción Audio Visual (CEPROAV). Ellos son Edgar Valverde Zavaleta y Armando Duarte Ramírez, quienes tienen 26 y 22 años, respectivamente, de estar vinculados con el quehacer de nuestra Escuela y recientemente participaron en un acto en el que la Universidad les reconoció sus años de servicio.

Don Edgar (conocido como Edguitar), llegó a la ECCC en 1985, gracias a un contacto que conoció mientras trabaja para el periódico La Republica, medio de comunicación del cuál renunció de manera irrevocable para hacerse cargo de las labores técnicas en el laboratorio de revelado y apoyando en los cursos de fotografía, que en aquella época eran optativos.

Con la remodelación de la ECCC en el año 2004, el laboratorio de revelado fue reducido en tamaño, y en 2008 fue cerrado por completo, Don Edgar dice que a él le dolió mucho, pero que es consciente de que la situación ha cambiado y que debe adaptarse, por lo que se ha integrado como un servidor más para las y los estudiantes, especialmente asistiendo en los cursos de foto.

A don Edguitar poder ver a las y los comunicadores que él atendió cuando eran estudiantes desarrollándose como profesionales es lo que más le satisface, y saber que ha podido colaborar con tantas y tantos a lo largo de estos años, a pesar de que ahora no recuera el nombre de todos. Estos más de 25 años dice no haberlos sentido, principalmente por el calor humano que ha recibido.

Armando, por su parte, ve a la ECCC como su segunda casa, pues en ella ha pasado la mayor parte de su vida, desde que llegó en 1988 cuando fue contratado como técnico de audio por el director del CEPROAV de entonces;, estuvo dos años y se retiró en 1990, regresando nuevamente en 1991 mismo año en que obtuvo la propiedad del puesto.

Recuerda que él fue el cuarto técnico en ser incorporado y está orgulloso de haberse mantenido a la vanguardia en tecnologías de audio, siendo uno de los impulsores en el cambio de la tecnología análoga a la digital en los años noventa, a pesar de que, recuerda, algunos profesores no estaban de acuerdo. Para él, la transición fue importante porque, eventualmente, fue lo que permitió a la ECCC ser pionera universitaria en propuesta digital.

No es raro que Armando devuelva un dubitativo saludo cuando algún egresado o estudiante lo saluda efusivamente fuera de la U; al principio los grupos eran pequeños y fácilmente recordaba los nombres y rostros de todos, ahora son tantos que él ya no puede recordarlos. El planea seguir formando parte del CEPROAV hasta el día en que se pensione, pues su amor por la institución es grande y el ambiente en la Escuela lo hace sentir joven.

Tanto Don Edguitar como Armando confían poder trabajar en el nuevo edificio de la Facultad de Ciencias Sociales (las autoridades universitarias esperan que esté listo en el año 2014). De lo que sí están seguros es de que su tiempo en la ECCC se extenderá por unos años más.

Fotografía al inicio: Edgar Valverde; Fotografía al final: Armando Duarte